El marketing futurista ya está aquí: en muchos supermercados, los clientes reciben al terminar sus compras, cupones personalizados con base en sus consumos; varios periódicos permiten a sus lectores on line crear ediciones personalizadas, donde la publicidad también está ajustada al cliente, de manera que éste puede comprar versiones altamente personalizadas de muchos productos.
Por ejemplo, en el sitio Web de Nike los consumidores tienen la opción de elegir entre diferentes modelos de zapatos deportivos con precios de distinto nivel, personalizar el calzado seleccionando el color y otras características.
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La revolución digital en los mercados de hoy permite mucho mayor grado de personalización en los productos, servicio y mensajes publicitarios que las antiguas herramientas de marketing, ya que da a los mercadólogos la oportunidad de establecer y conservar relaciones con sus clientes, pero con un nivel más alto y con mayor eficacia. Las tecnologías digitales también les permiten a los mercadólogos recopilar y analizar datos cada vez más complejos respecto de los patrones de consumo y las características personales de sus clientes. Por otro lado, la misma tecnología da al consumidor la oportunidad de encontrar mayor información sobre los productos y servicios más rápido y eficazmente y, lo mejor de todo, desde la comodidad de su hogar.
Durante casi una década la revolución digital representó varios cambios significativos en el ambiente de negocios:
Los consumidores tienen mayor poder que antes. Utilizando los “agentes inteligentes” para encontrar los mejores precios de los productos y los servicios, realizar pedidos en diversos puntos de venta, evitar las tiendas de distribución y los intermediarios, y comprar bienes alrededor del mundo y en el horario que más les convenga.
Los consumidores tienen mayor acceso a la información que antes. Pueden encontrar evaluaciones de los productos que piensan comprar, dar clic en un botón para comparar las características de los diferentes modelos de producto en los sitios Web de los minoristas, y suscribirse a “comunidades virtuales” de personas que comparten sus mismos intereses.
Los vendedores ofrecen mayores servicios y productos que antes. La digitalización de la información permite a los comerciantes personalizar los productos y servicios que ofrecen y, aún así, venderlos a precios razonables. También les da la oportunidad de adaptar el gusto del cliente los mensajes promocionales que se destinan a muchas personas.
Por ejemplo, Amazon.com envía correos electrónicos personalizados a anteriores compradores de libros, donde les anuncian las más recientes publicaciones de libros; tales sugerencias se basan en la determinación de los intereses de los consumidores potenciales según sus compras previas.
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El intercambio entre vendedores y consumidores es cada vez más activo e instantáneo. La publicidad tradicional es como una avenida de un solo sentido, donde el vendedor gasta una elevada suma de dinero para llegar a un gran número de compradores potenciales, a través de los medios de comunicación masiva, y después evalúa la efectividad del mensaje utilizando el análisis de las ventas futuras o en un estudio de mercado. La comunicación digital, por otro lado, hace posible el intercambio interactivo en dos sentidos, en el cual los consumidores responden de manera casi instantánea al mensaje del comerciante.
Las empresas cuentan con mayor información respecto a los consumidores más rápida y fácilmente. Indagan sobre el comportamiento on line de los consumidores y también recaban información que solicitan a los visitantes de los sitios Web, para registrarlos y ofrecerles alguna información sobre sí mismos, antes de que utilicen contenido del sitio. Así, las empresas crean y actualizan las bases de daos de sus clientes de manera eficaz y poco onerosa.
La influencia va más allá de lo que ofrece una conexión a la Web con base en una computadora personal. En la actualidad la mayoría de la comunicación digital entre empresas y consumidores se realiza a través de una PC que se conecta a la Web por medio del Internet. Sin embargo, la revolución digital también ofrece asistentes personales digitales que rápidamente se conectan a la Web, a menudo sin necesidad de cables, lo cual muy pronto hará posible que nuestro teléfono celular y nuestro asistente personal digital se fusiones en un solo aparato. En algunos hogares que cuentan con decodificadores de TV por cable que favorecen la comunicación en dos sentidos con las cadenas transmisoras. La TV y la PC se integrarán en un solo dispositivo que brindará cientos de canales por cable, recursos interactivos con las compañías de entretenimiento y un acceso a la Web de alta velocidad sin necesidad de cables. Los escáneres de los supermercados que registran las compras de las familias para ofrecerles instantáneamente cupones personalizados en los mostradores en los mostradores de salida, y los dispositivos telefónicos que nos permiten identificar de manera automática a los promotores de telemarketing, son dos de los diversos productos adicionales que son una realidad gracias a la tecnología desarrollada recientemente.
La revolución digital en los mercados y su influencia en el comportamiento del consumidor representan enormes desafíos para las empresas de hoy.
Algunos sugieren que como la competencia virtual elimina las distancias y las ventajas basadas en la ubicación, y con aquella está dominada cada vez con mayor frecuencia por representantes de distribuidores inteligentes que dirigen al consumidor hacia el precio más bajo posible de un bien determinado, la competencia on line probablemente es lo más parecido a la competencia perfecta.
En dicho mercado, los comerciantes competirán casi exclusivamente con base en el precio que ofrezcan y otros rasgos distintivos (tales como el prestigio y el nombre de la marca) no tendrán importancia alguna.
Actividad:
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Analiza el siguiente vídeo y prepara una disertación en la que justifiques porqué es necesario que las organizaciones actualicen sus prácticas comerciales a la era digital y cuál es el comportamiento del consumidor actual.